Reiki y Mikkyo

Reiki

Mikao Usui sensei redescubridor del Reiki

El Reiki es una técnica de progreso espiritual que logra la transmisión de energía por canalización a través de las manos. No es un sistema de creencias religiosas, aunque está basado en la más pura espiritualidad.

Los orígenes de esta práctica se remontan a tiempos demasiado lejanos para ser determinados. Sabemos que tanto la palabra Reiki (Energía Vital Universal) como la técnica a la que da nombre provienen de la cultura japonesa, sin embargo, la energía de la que habla el Reiki, es la misma que han denominado otras culturas y filosofías con distintos nombres tales como: el chi de los chinos o el prana de los hindúes.

Manual de Reiki recopilado por J.M.Collado sensei

A   diferencia de otras técnicas de sanación, el Reiki postula que dicha energía está presente en todos nosotros y podemos utilizarla para nuestro desarrollo o para ayudar a nuestros semejantes. No se requiere ninguna condición especial para su uso, más que recibir las iniciaciones correspondientes a cada nivel; de esta manera cualquiera puede canalizar esta energía, a través de la imposición de las manos, transfiriéndola a través de nuestro propio cuerpo. En el proceso terapéutico es la energía del Reiki y no la persona la que produce los efectos. Pero el terapeuta es esencial como canal de transmisión para lograr esa comunicación. Es la práctica continuada de estos métodos la que logra potenciar dicha capacidad de transmisión, dando lugar a un flujo de energía cada vez más poderoso y sutil. El progresivo alejamiento del ego desarrollará una energía cada vez más pura.

Mikkyo

Completa obra, en castellano, sobre el budismo esotérico japonés
Libro de J.M.Collado sensei sobre el Mikkyo

El Mikkyo es la vertiente esotérica del Budismo. En este sistema se estudian los principios fundamentales de dicha filosofía y se aplican los conceptos relativos al SAN MITSU (Pensamiento – Palabra – Acción) como medio para identificarnos con el arquetipo idealizado, que en Mikkyo se denomina «divinidad» o Buda.

La identificación se realiza a tres niveles:

I MITSU:

– Identificación con la imagen visualizada del arquetipo, normalmente a través de un mandala (Representación gráfica de las energías del cosmos).

– También pueden visualizarse imágenes geométricas sencillas capaces de despertar en nosotros energías concretas (Yantras).

– En ocasiones se eligen imágenes de la naturaleza (paisajes, animales, etc…) que aportan esta sensación energética concreta.

– Otras veces son simplemente imágenes o personajes de referencia idealizados (procedentes de la realidad o de la ficción) los que nos acercan a las cualidades energéticas que intentamos asimilar («vestir»).

– La aplicación cotidiana del I-mitsu corresponde al hecho de ser conscientes del efecto que provocan nuestra forma de pensar: dentro de nosotros mismos y también en todos los que nos rodean. El pensamiento es el asiento de nuestras palabras y de nuestras formas de actuar. Diariamente debemos tratar de mantener una mente lúcida repleta de pensamientos positivos, alineada con nuestro ideal.

El pensamiento es la fuente del primer tipo de karma que desarrollamos en nuestra vida.

KU MITSU:

– Se trata en esta fase de identificarse con la «palabra del Buda» es decir con el sonido o vibración esencial que identifica una divinidad concreta cuyas energías deseamos despertar.

– Es el Mantra o palabra divina que nos sintoniza con la vibración de energía espiritual concreta.

– Pueden ser sonidos simples (Semilla ó Shuji) o bien composiciones formadas con diferentes sonidos elementales unidos.

– Cada sonido representa e identifica un aspecto de la divinidad y en Mikkyo se representan mediante sílabas de la caligrafía Siddham (Sánscrito) que a modo de símbolos encierran la potencialidad de esa divinidad concreta. Dibujarlos y pronunciarlos nos sintoniza con la vibración específica idealizada.

– La aplicación cotidiana del Ku-mitsu se corresponde con el hecho de ser conscientes de los efectos que nuestras palabras tienen en el mundo que nos rodea. Diariamente debemos esforzarnos por emplear un lenguaje coherente con nuestro ideal, que sea capaz de crear armonía en nosotros mismos y a nuestro alrededor

Recordar que la palabra es la fuente del segundo tipo de karma que generamos en nuestras vidas.

SHIN MITSU:

– Es la fase correspondiente a la identificación a través de la acción del cuerpo físico.

– Esta acción puede entenderse como una manera de actuar o posicionarse, pero normalmente hace referencia a la síntesis de la acción perfecta o gesto identificativo de la divinidad. Es decir lo que normalmente se conoce como Mudra o Ketsu-in en japonés.

– La simple ejecución de ese gesto o mudra característico, despierta en nosotros el tipo de energía concreto relacionado con el ideal que buscamos.

– La aplicación cotidiana del Shin-mitsu se corresponde con el hecho de tomar conciencia de los efectos de nuestras acciones diarias dentro del mundo en que vivimos.

Estas acciones dan lugar al tercer tipo de Karma que generamos.

Debemos establecer un ideal para estas acciones, después de haber aprendido de nuestros errores.

Ambas actividades son impartidas por:

Por: Jose Manuel Collado

Hyakuten sensei y J.M. Collado sensei en Japón

Dento Reiki SHIHAN – Gendai Ryu – Komyo Ryu
Reiki Master Tibetano – Tántrico
Alumno directo de: Hirosi Doi sensei – Hyakuten sensei – Moraga sensei

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